jueves, 11 de noviembre de 2010

Vamos a llevar más lejos el mensaje de Dios

¡Hola! Pues bien antes de todo decir, sí, este es un blog creado por tres grandes amigos: Jeremías, Isaías y Ezequiel, todos del Antiguo Testamento, si de esa parte de la biblia que pertenece antes de la venida del Mesías. Parece un poco raro que estemos aquí en el mundo actual, pero creíamos que aun es tiempo de que se sepa todo lo que Dios quería decir a través de nosotros además que queríamos que todo lo que Dios nos contó llegase al resto de la la humanidad, pero que llegara muy lejos, así que pensamos en esta forma, nos hemos actualizado y hemos aprendido a crear nuestro propio blog, que esta inspirado desde la fe que tenemos para que las palabras de Dios puedan llegar a todas partes. Pues bien estamos aquí para que cada uno de nosotros contemos como recordamos la llamada de Dios. Esperamos que os guste mucho y que disfrutéis con nuestra compañía .

Época y contexto histórico


Libro Isaias
Israel estaba —en el siglo VIII a.C— atrapada entre las dos grandes potencias del mundo de su época: Babilonia y Egipto. Era un país pequeño y débil que se debatía en su papel de tapón entre las dos grandes esferas dominantes.
Para su fortuna, ambas estaban en decadencia. Sin embargo, otro gran poder estaba apareciendo en la escena geopolítica del Asia de 700 a. C.: el imperio asirio. Sargón II había saqueado a todas las civilizaciones circundantes y poco faltaba para que se autodenominara "Señor del Mundo". Ahora, las únicas vallas entre Asiria y su gran enemigo, Egipto, eran los pequeños reinos independientes de Edom, Filistea, Amón, Moab, Damasco, Hamat, Samaria... y Jerusalén.
Así como Amós y su continuador Oseas predicaron en Israel, Isaías decidió profetizar en Judá. En realidad, Israel había caído en decadencia luego del reinado de Jeroboam II y, tras la toma de Samaria (722 a. C.), en la práctica ya no existía. Las tribus hebreas que habían querido separarse de Judá habían sido deportadas.
Estos acontecimientos podían denominarse "ajenos" a Judá, pero inevitablemente repercutían allí. Luego del reinado benévolo, próspero y pacífico del rey Jotán (740-736 a. C.), degradado por la relajación de las costumbres de las clases dirigentes de la sociedad, comenzó una larga serie de enfrentamientos entre Judá e Israel que continuaron bajo el rey Acaz. El mismo Isaías narra cómo este soberano, agobiado por las amenazas de varios ejércitos aliados contra él, despreció el auxilio de Yahvéh para pedir ayuda a Sargón, motivo por el cual la deidad lo castigó severamente (Is. 7:2-16).
El profeta intervino en la política interna de la corte de Acaz para apartarlo del torcido camino en que se estaba internando, aliándose con los asirios en la así llamada "Guerra Siro-efraimita". Logrado su objetivo, el vocero de Dios se alejó de la corte para regresar solamente cuando Acaz fue reemplazado por Ezequías (716-687 a. C.).
El profeta Isaías tuvo también influencia en la política internacional: enemigo de los egipcios, preconizó mantener la alianza con los asirios cuando un sector de la sociedad hebrea pretendió asociarse con el faraón.



Libro Ezequiel

Prácticamente no profetizó fuera de Jerusalén y lo hizo en el período comprendido entre 628 a. C. y580 a. C., es decir, entre sus 22 y 70 años de edad. Pasó, por lo tanto, casi toda su vida adulta profetizando en su ciudad, habiendo sido testigo de los reinados de Josías, Joaquín y Sedecías.
Ezequiel vivió en una época de transición.  No se sabe con exactitud la fecha de su nacimiento ni la de su muerte.  Habría desarrollado su ministerio profético por los años 597-571 a.C.   En el espacio que abarcaba una vida humana, le tocaba a Ezequiel ver el fin de la autonomía religiosa y política de Israel (el fin de la monarquía significaba también la desaparición del marco institucional en el cual se desarrollaban tanto el profetismo como el sacerdocio hebreos), el comienzo del destierro, y la esperanza lejana del regreso. 
Parece que Ezequiel fue llevado al exilio por Nabucodonosor con la primera deportación de Israelitas en 597 a.C., junto con el rey Jeconías, los notables de la ciudad y los artesanos de importancia estratégica.  Nabucodonosor estableció a Sedecías como su rey en Jerusalén, a quien Ezequiel considera illegítima, y que pocos años después (594/3) planea rebelarse (cf. Ez 20,1) En 591 el rey se niega a pagar el impuesto al emperador de Babilonia, provocando una rapida declaración de guerra de parte de Nabucodonosor, quien sitia a Jerusalen a partir del 5 de enero de 587 a.C.  Después de un año y medio de resistencia, la ciudad es tomado el 19 de julio del 586 a.C.  Sedecías y los jefes militares huyen, pero son capturados cerca de Jericó, y conducidos a Nabucodonosor, quien manda ejecutar a los hijos de Sedecías en su presencia, y después le saca los ojos y lo lleva cautivo a Babilonia (2 Rey 25,1-7).  Un mes más tarde tiene lugar el incendio del Templo, del palacio real y de las casas;  las murallas son derribadas y se produce la segunda y más famosa deportación.  Esto sucede en el año 586 a.C., y la noticia funesta llegará poco después a los desterrados en Babilonia.
Para la región devastada se nombra un gobernador llamado Godolías.  


Libro Jeremías:
Se puede dividir en dos etapas históricas el ministerio de Jeremías:  la muerte del rey Josías en 609 a.C. sería el punto divisiorio entre las dos partes: 
Del año 626 (momento de su llamada profética) al 609 a.C. es un período optimista, en el cual la independencia política de Judá con respecto a Asiria abre paso a una prosperidad económica creciente y a la reforma religiosa de Josías.  En este período, Jeremías muestra una marcada influencia de Oseas, que podría ser indicio de contacto con los discípulos de éste, o bien conocimiento del texto del profeta norteño. 
El período desde el año 609 a.C., hasta la fecha de su muerte (bastante posterior al 587 a.C.) es mucho más sombrío, en que Judá experimenta una progresiva submisión, primero político-económica (a Egipto y después a Babilonia) y después civico-militar, culminando en el destierro a Babilonia.  En 605 a.C., en la batalla de Karkemis, se decide la superioridad del imperior de neo-Babilonia en el medio Oriente antiguo.  Los primeros ataques a Judá vienen alrededor del 600 a.C.;  Nabuchodonosor toma Jerusalén, y pone a un rey "a su gusto" (Sedecías) en 597.  Después de la rebelión de Judá bajo Sedecías [Jeremías había aconsejado sumisón a Babilonia - Jer 27-28]  el ejército babilonia invade y destruye la mayoría de ciudades fortaleza del país.  En 587 los babilonios conquistan Jerusalén:  derriban la muralla de la ciudad, incendian el Templo, el Palacio y las casas (después de saquearlos), y los principales personajes de la ciudad son ejecutados.  Las clases altas, profesionales y artesanos fueron deportados a Babilonia, dejando a los pobres a repartir entre sí lo que quedó del país destrozado tras años de guerra. 





Proceso Formación de los libros

Libro de Isaías
El libro de Isaías es muy largo: consta de 66 capítulos. No se puede atribuir a Isaías en su totalidad, sino que hoy se distinguen en él tres partes, correspondientes a tres períodos sucesivos, que van desde el siglo VIII al V a.C.: el primer Isaías (caps. 1-39) que contiene oráculos de esperanza y de juicio divino contra Judá y otras naciones, data del siglo VIII y fue compuesta en parte por Isaías y en parte por sus discípulos; el segundo Isaías (caps. 40-55), llamado el “libro de la consolación” data de finales del exilio de Babilonia (siglo VI) y contiene la predicación de un profeta anónimo sobre el tema de la salvación: anuncia que la liberación de Judá está próxima. Finalmente, el tercer Isaías (caps. 56-66) es obra de varios autores posteriores al exilio. Denuncia los pecados del pueblo elegido y evoca la restauración de Jerusalén. Intima a Israel a defender el derecho y la justicia, porque la salvación divina está por manifestarse. Las tres obras fueron organizadas por un redactor final.


Libro de Ezequiel
El libro de Ezequiel está organizado según un plan que nos recuerda la organización de los libros de Isaías y de Jeremías así:
1. Oráculos Contra Judá, anteriores al asedio de Jerusalén
2. Oráculos contra las naciones vecinas
3. Profecías de esperanza, contemporáneas al asedio o posteriores a él
4. La ley o carta magna de Ezequiel
El libro tomó forma siguiendo datos e indicaciones cronológicas, pero también con criterios lógicos. No hay, sin embargo, un orden riguroso en todos los pasajes.
Libro de Jeremías
Tal como ha llegado hasta nosotros, el libro de Jeremías es uno de los más desordenados del Antiguo Testamento. Este desorden atestigua que el Libro atravesó por un largo proceso de formación antes de llegar a su composición definitiva. En el origen de la colección actual están los oráculos dictados por el mismo Jeremías (36. 32). A este núcleo original se añadieron más tarde otros materiales, muchos de ellos reelaborados por sus discípulos, y una especie de "biografía" del profeta, atribuida generalmente a su amigo y colaborador Baruc. Finalmente, al comienzo del exilio, un redactor anónimo reunió todos esos elementos en un solo volumen.

Mensaje de los libros

Mensaje libro de Isaias

Su experiencia vocacional lo hace constatar la indignidad humana ante la santidad de Dios. Anuncia la grandeza de Dios, Señor del mundo y de la historia, y la necesidad de proclamar su gloria al universo entero. Uno de sus temas principales es el de santidad o trascendencia de Dios. La fórmula “Yahvé, el Santo de Israel” está presente en todo su libro. Su mensaje abarca dos grandes puntos: la cuestión social, al inicio de su actividad y la política, a partir del 734. En su denuncia social fue influido por el profeta Amós. Critica a la clase dominante por su lujo y orgullo, por su codicia desmedida y sus injusticias, y denuncia el que estas injusticias quieran compaginarse con una vida “religiosa” centrada en el culto (‘el que peca y reza empata’). En su postura política recuerda al pueblo que las promesas de Dios a David y a Jerusalén exigen como respuesta del pueblo la fe sólo en Dios y no en las seguridades humanas. Isaías con su predicación pretendió convertir a sus contemporáneos. Sus denuncias sociales, sus críticas a autoridades y jueces buscan un cambio de conducta: “Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien. Busquen el derecho, protejan al oprimido, socorran al huérfano, defiendan a la viuda… Si obedecen y hacen el bien, comerán los frutos de la tierra; si se resisten y son rebeldes, los devorará la espada” (Is 1,16ss)

Mensaje libro de Jeremías
El mensaje de Jeremías es simple: se resume en la misión que le da Dios "Arrancarás y derribarás, perderás, edificarás y plantarás". Es el cantor enamorado de su Dios, un Dios personal que dialoga con la persona y con el pueblo, que se comunica al corazón del hombre.
El mensaje del profeta, se basa en amenazas y castigos, pero también invita al pueblo a la esperanza y pinta un futuro de reconstrucción nacional, mas religiosa que política, basada sobre una alianza nueva, interior, sellada en el corazón del hombre.

Mensaje libro de Ezequiel
Todo su libro gira alrededor de dos temas: El pecado de Israel con el relativo castigo y el tema de la restauración-salvación. Ningún otro libro nos da una visión tan sublime de la majestad de Dios. Dios para Ezequiel es el "santo, el Trascendente". Desde la primera hasta la última página el profeta describe la "gloria de Yahvé".
Para Ezequiel, todos los pecados de Israel son ofensas contra la "santidad de Dios y contra su gloria"
Estos pecados se concretizan en la profanación del culto y del santuario, la idolatría, la infidelidad a Dios confiando en alianzas políticas, las culpas de las malos jefes y falsos profetas.

Estructura de los libros y Géneros literarios.

El libro de Ezequiel:

El libro de Ezequiel es mucho más ordenado y coherente que el de Jeremías, al menos bajo una mirada superficial.
En una versión simplificada, la estructura del libro es la siguiente:
  1. Introducción (1-3);
  2. Amenazas (4-24);
  3. Oráculos (25-32);
  4. Promesas (33-39); y
  5. Estatutos (40-48).
En la introducción, el Dios Yahveh entrega al profeta los lineamientos de su misión profética, mientras que los capítulos siguientes detallan una larga serie de amenazas y futuros castigos para Jerusalén y Judá, para los falsos profetas y, en general, para todos los judíos que han pecado antes de la invasión de Nabucodonosor.
Luego vienen los oráculos contra las naciones que amenazan al judaísmo, tras lo cual se expresan gloriosas promesas de paz y felicidad para Israel: la restauración completa de la religión, del país, del Templo y la completa y absoluta derrota de las potencias agresoras.
El estatuto político-religioso final establece las normas que deberán regir a la comunidad hebrea cuando consiga liberarse de la deportación y regrese a la tierra que Yahvéh reservó para ella.

El libro de Jeremías
Partes del libro de Jeremías
  • Prólogo: Vocación y misión (1,1-19)
  • Primera Parte: Oráculos sobre Israel y Judá (2,1-25-38)
  • Segunda Parte: Relatos biográficos sobre Jeremías (26,1-45,5)
  • Tercera Parte: Oráculos sobre las naciones (46,1-51,64)
  • Epílogo: La caída de Jerusalén (52,1-30)
  • Lamentaciones (c. 1-5)
  • Baruc (c. 1-6)

El libro de Isaías

El Libro de Isaías se encuentra dividido en dos partes perfectamente diferenciadas (la segunda dividida a su vez en dos), separadas por un apéndice histórico. Este último consiste en dos capítulos tomados de II Reyes (2R. 18-20).
Los contenidos podrían describirse de la siguiente manera:
  • Primera parte:
    • Noticias biográficas (Is. 6:1-13; 8:1-4; 7:1-16 y 20:1-6)
    • Promesas y amenazas contra el reino de Judá (Caps. 1-12)
    • Oráculos contra pueblos extranjeros (13-23)
    • Profecías apocalípticas sobre el Juicio Final (24-27)
    • Más amenazas (28-33)
    • La sección llamada "Pequeño Apocalipsis" (34-35)
  • Segunda parte
    • Primera sección: promesas para los exiliados en Babilonia (40-55) y cánticos del Siervo de Yahvéh
    • Segunda sección: promesas para los dolientes de Sion (55-66)
Especialmente en esta última sección, Isaías explica por qué la salvación tarda en llegar, pero asegurando que Sión y Jerusalén llegarán a ser los centros religiosos más grandes del mundo y que gentes de todas las naciones llegarán a ellas en peregrinación solemne.